En los últimos años, científicos han observado un fenómeno inesperado: la Tierra está girando cada vez más rápido. Aunque esta afirmación parece salida de la ciencia ficción, los datos respaldan un hecho curioso que podría tener consecuencias tecnológicas y científicas importantes.
¿Qué significa que la Tierra gire más rápido?
Nuestro planeta tarda aproximadamente 24 horas en completar una vuelta sobre su eje. Esta duración define lo que conocemos como un "día". Sin embargo, mediciones recientes muestran que la duración de algunos días está disminuyendo por milisegundos. En 2020, por ejemplo, se registró el día más corto jamás medido desde 1960, y desde entonces, el fenómeno ha continuado.
Uno de los días más breves fue el 29 de junio de 2022, que fue 1.59 milisegundos más corto de lo habitual. Y según el astrofísico Graham Jones, podríamos estar a punto de experimentar el día más corto de la historia registrada.
¿Cómo se mide esto?
La rotación terrestre se mide con relojes atómicos de altísima precisión, comparándola con el "tiempo universal coordinado" (UTC). Cuando la rotación de la Tierra se desacelera, se agrega un segundo intercalar al UTC para mantener todo sincronizado. Pero ahora que la Tierra se acelera, algunos científicos contemplan la posibilidad de un segundo intercalar negativo algo nunca antes hecho.
¿Por qué está pasando esto?
Aún no hay un consenso definitivo, pero los científicos han propuesto varias hipótesis:
- Cambios en el núcleo interno de la Tierra, que pueden alterar el momento angular del planeta.
- Fusión de glaciares y redistribución del peso del agua, que modifica el equilibrio planetario.
- Actividad sísmica y volcánica, que influye en la distribución de masa.
- Efectos post-pandemia, como la disminución del movimiento humano y de maquinaria pesada (aunque este efecto sería mínimo).
Lo cierto es que la Tierra no gira a una velocidad constante: su rotación ha ido cambiando a lo largo de millones de años. Durante el período Devónico, por ejemplo, hace 400 millones de años, un día duraba solo 22 horas.
¿Por qué debería importarnos?
Aunque unos milisegundos pueden parecer insignificantes, para los sistemas de navegación por satélite, la comunicación global o las bolsas de valores, cada fracción de segundo cuenta. Los sistemas GPS, por ejemplo, necesitan precisión extrema en el tiempo para que los dispositivos funcionen correctamente.
Si se implementa un segundo intercalar negativo, muchas infraestructuras digitales podrían necesitar ajustes para evitar fallos o desincronizaciones.
Este fenómeno es una pequeña muestra de cómo la Tierra es un sistema dinámico, influenciado por factores internos y externos. Mientras seguimos explorando las causas y consecuencias de este cambio, nos recuerda que, incluso en lo que damos por sentado como la duración de un día, nada es completamente constante.
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